La obra de Susana DRAGO, tiene el don de la expresividad incluso en los lugares donde los componentes desaparecen en una especie de esfumato, de estructura dominada por el ejercicio de la pintura sobre las que establece y pone en practica el análisis formal de un universo que parece desvanecerse guardando en su interior todo el ímpetu de la renovación constante. Y es que es el punto por donde la autora atrapa al espectador. Un punto donde convergen matices de indefinición con resurgimientos serpenteando como un torrente que desata emociones con el elemento gravitatorio en forma de dirección propiciatoria de las formas. Unas formas que la retina tamiza en la memoria con enorme poder evocador y poético, sin gracejos pero con una encandilada sensación romántica en el sentido más sensual del termino
JUAN ANTONIO TINTE “EL punto de las artes”
Susana DRAGO para la firma de su obra, es una pintora de brillante quehacer artístico, que se apoya con toda naturalidad en la técnica y el simbolismo para comunicarse con el mundo que la rodea. Su seguridad en si misma es una de sus cualidades que mas resaltan en su obra , repleta siempre de matices expresivos y gratas vibraciones. Su reciente presentación en Madrid, una más para agregar a su lista de exposiciones ha supuesto una nueva demostración de su certera visión artística de su valía profesional y de su seguro caminar por el difícil sendero elegido.
CORREO DEL ARTE
Hoy lo importante viene dado por el paso que nos deja la obra de arte tras su contemplación exenta de prejuicios. Y esta es la virtud de Susana Drago para quien el instante de pintar es un acto de recogimiento y observación profundos. Sin fáciles adhesiones a modas y escuelas , la sinceridad y el planteamiento honesto llevan al espectador al mundo de la propia pintura, y esta consigue el efecto propuesto: La pintura de DRAGO nos deja muy buen sabor en la mirada. Y lo que es mas importante, en el recuerdo. Estos cuadros nos llevan directamente a nuestras emociones más sencillas, mas intimas, mas claras, DRAGO logra además dejarnos el buen sabor de una pintura que acompaña los recuerdos
JUAN GOMEZ SOUBRIER
